El miedo a la libertad, Erich Fromm (1900-1980)
…el hombre moderno, liberado de los lazos de la sociedad preindividualista –lazos que a la vez lo limitaban y le otorgaban seguridad-, no ha ganado la libertad en el sentido positivo de la realización de su ser individual, esto es, la expresión de su potencialidad intelectual, emocional y sensitiva. Aun cuando la libertad le ha proporcionado independencia y racionalidad, lo ha aislado y, por lo tanto, lo ha tornado ansioso e impotente. Tal aislamiento le resulta insoportable, y las alternativas que se le ofrecen son, o bien rehuir la responsabilidad de esta libertad, precipitándose en nuevas formas de dependencia y sumisión, o bien progresar hasta la completa realización de la libertad positiva, la cual se funda en la unicidad e individualidad del hombre.
lunes, 24 de noviembre de 2008
martes, 18 de noviembre de 2008
El narishe bucher
Si ahora no, ¿cuándo?, Primo Levi (1919-1987)
“¿Quién es el rey sin tierra? ¿Qué agua no arrastra arena? ¿Qué es más rápido que un ratón? ¿Qué es más alto que una casa? ¿Qué es lo que puede abrasar sin llama? ¿Qué puede llorar sin lágrimas?”.
“El rey sin tierra es el rey de las cartas. El agua sin arena es la de las lágrimas. Más rápido que el ratón es el gato, y más alto que una casa, su chimenea. El amor puede abrasar sin llama, y un corazón puede llorar sin lágrimas”.
Tumbala-tumbala-tumbalalaika,
tumbala-tumbala-tumbalalaika,
tumbalalaika, shpil balalaika,
tumbalalaika, frailech sol sain!
“¿Quién es el rey sin tierra? ¿Qué agua no arrastra arena? ¿Qué es más rápido que un ratón? ¿Qué es más alto que una casa? ¿Qué es lo que puede abrasar sin llama? ¿Qué puede llorar sin lágrimas?”.
“El rey sin tierra es el rey de las cartas. El agua sin arena es la de las lágrimas. Más rápido que el ratón es el gato, y más alto que una casa, su chimenea. El amor puede abrasar sin llama, y un corazón puede llorar sin lágrimas”.
Tumbala-tumbala-tumbalalaika,
tumbala-tumbala-tumbalalaika,
tumbalalaika, shpil balalaika,
tumbalalaika, frailech sol sain!
lunes, 10 de noviembre de 2008
La religió
تصوف taṣawwuf
Poemas sufíes, Yalal ud-Din Rumi (1210-1273)
"¿Qué puedo hacer, oh musulmanes?, pues no me reconozco a mi mismo. No soy cristiano, ni judío, ni mago, ni musulmán.No soy del Este, ni del Oeste, ni de la tierra, ni del mar.No soy de la mina de la Naturaleza, ni de los cielos giratorios.No soy de la tierra, ni del agua, ni del aire, ni del fuego. No soy del empíreo, ni del polvo, ni de la existencia, ni de la entidad.No soy de India, ni de China, ni de Bulgaria, ni de Grecia.No soy del reino de Irak, ni del país de Jurasán.No soy de este mundo, ni del próximo, ni del Paraíso, ni del Infierno. No soy de Adán, ni de Eva, ni del Edén, ni Rizwán.Mi lugar es el sinlugar, mi señal es la sinseñal. No tengo cuerpo ni alma, pues pertenezco al alma del Amado.He desechado la dualidad, he visto que los dos mundos son uno; Uno busco, Uno conozco, Uno veo, Uno llamo.Estoy embriagado con la copa del Amor, los dos mundos han desaparecido de mi vida;no tengo otra cosa que hacer más que el jolgorio y la jarana".
Poemas sufíes, Yalal ud-Din Rumi (1210-1273)
"¿Qué puedo hacer, oh musulmanes?, pues no me reconozco a mi mismo. No soy cristiano, ni judío, ni mago, ni musulmán.No soy del Este, ni del Oeste, ni de la tierra, ni del mar.No soy de la mina de la Naturaleza, ni de los cielos giratorios.No soy de la tierra, ni del agua, ni del aire, ni del fuego. No soy del empíreo, ni del polvo, ni de la existencia, ni de la entidad.No soy de India, ni de China, ni de Bulgaria, ni de Grecia.No soy del reino de Irak, ni del país de Jurasán.No soy de este mundo, ni del próximo, ni del Paraíso, ni del Infierno. No soy de Adán, ni de Eva, ni del Edén, ni Rizwán.Mi lugar es el sinlugar, mi señal es la sinseñal. No tengo cuerpo ni alma, pues pertenezco al alma del Amado.He desechado la dualidad, he visto que los dos mundos son uno; Uno busco, Uno conozco, Uno veo, Uno llamo.Estoy embriagado con la copa del Amor, los dos mundos han desaparecido de mi vida;no tengo otra cosa que hacer más que el jolgorio y la jarana".
lunes, 3 de noviembre de 2008
En l'eufòria d'una passió
Dublineses, John Huston (1906-1987)
Que pequeño papel he representado en tu vida. Es casi como si no hubiera sido tu marido. Como si nunca hubiéramos convivido como marido y mujer. Cómo eras entonces? Para mí tu cara sigue siendo preciosa, pero ya no es aquella por la que Michael Fiury dio su vida. Por qué siento este torbellino de emociones? Qué las ha despertado? El recorrido en el coche de punto? Tu indiferencia al besarte la mano? La fiesta de mis tías? Mi estúpido discurso? El vino, el baile, la música? Pobre tía Julia, que expresión tan vacilenta tenía mientras cantaba Ataviada por la boda. Pronto será también una sombra; como la sombra de Patrick Morken y su caballo. Quizá pronto me siente en ese mismo salón, vestido de negro. Los visillos estarán corridos, y yo rebuscaré en mi mente palabras de consuelo, y solo encontraré algunas torpes e inútiles. Sí, sí, eso ocurrirá muy pronto.
Sí, los periódicos tienen razón. La nieve está cubriendo toda Irlanda, cae sobre toda la oscura llanura central. Sobre las colinas despobladas. Suavemente sobre los pantanos de Allen y más lejos hacia el oeste cae suavemente sobre las oscuras y revueltas aguas del Shanon. Uno a uno, todos nos convertiremos en sombras. Es mejor pasar a ese otro mundo impúdicamente en la plena euforia de una pasión que irse apagando y marchitarse tristemente con la edad. Cuanto tiempo has guardado en tu corazón la imagen de los ojos de tu amado diciéndote que no deseaba vivir. Yo no he sentido nada así por ninguna mujer, pero sé que ese sentimiento debe ser amor. Piensa en todos los que alguna vez han vivido, desde el principio de los tiempos, y en mí, transeúnte como ellos, fluctuando también hacia su mundo gris, como todo lo que me rodea. Este mismo sólido mundo en el que ellos se criaron y vivieron se desmorona y se disuelve. Cae la nieve, cae sobre ese solitario cementerio en el que Michael Fiury yace enterrado. Cae lánguidamente en todo el universo, y lánguidamente cae como en el descenso de su último final, sobre todos los vivos y los muertos.
Que pequeño papel he representado en tu vida. Es casi como si no hubiera sido tu marido. Como si nunca hubiéramos convivido como marido y mujer. Cómo eras entonces? Para mí tu cara sigue siendo preciosa, pero ya no es aquella por la que Michael Fiury dio su vida. Por qué siento este torbellino de emociones? Qué las ha despertado? El recorrido en el coche de punto? Tu indiferencia al besarte la mano? La fiesta de mis tías? Mi estúpido discurso? El vino, el baile, la música? Pobre tía Julia, que expresión tan vacilenta tenía mientras cantaba Ataviada por la boda. Pronto será también una sombra; como la sombra de Patrick Morken y su caballo. Quizá pronto me siente en ese mismo salón, vestido de negro. Los visillos estarán corridos, y yo rebuscaré en mi mente palabras de consuelo, y solo encontraré algunas torpes e inútiles. Sí, sí, eso ocurrirá muy pronto.
Sí, los periódicos tienen razón. La nieve está cubriendo toda Irlanda, cae sobre toda la oscura llanura central. Sobre las colinas despobladas. Suavemente sobre los pantanos de Allen y más lejos hacia el oeste cae suavemente sobre las oscuras y revueltas aguas del Shanon. Uno a uno, todos nos convertiremos en sombras. Es mejor pasar a ese otro mundo impúdicamente en la plena euforia de una pasión que irse apagando y marchitarse tristemente con la edad. Cuanto tiempo has guardado en tu corazón la imagen de los ojos de tu amado diciéndote que no deseaba vivir. Yo no he sentido nada así por ninguna mujer, pero sé que ese sentimiento debe ser amor. Piensa en todos los que alguna vez han vivido, desde el principio de los tiempos, y en mí, transeúnte como ellos, fluctuando también hacia su mundo gris, como todo lo que me rodea. Este mismo sólido mundo en el que ellos se criaron y vivieron se desmorona y se disuelve. Cae la nieve, cae sobre ese solitario cementerio en el que Michael Fiury yace enterrado. Cae lánguidamente en todo el universo, y lánguidamente cae como en el descenso de su último final, sobre todos los vivos y los muertos.