El viajero y sus sueños, Jaume Bartolí
El viajero se siente libre de toda atadura ya que nadie le conoce ni ante nadie ha de responder de sus actos, libre entre los hombres que lo rodean porque sabe que está allí por su voluntad y, a diferencia de los demás, puede huir, pues tiene el privilegio de una casa lejana que le espera.