Adiós a Mongolia, (Zigor Aldama, 1980)
Hoy es el día que un santón ha indicado como el más propicio para realizar el primer corte de pelo, un ritual que se lleva a cabo cuando las niñas alcanzan los cuatro años, uno más que los niños. Muestra atávica de la dureza del nomadismo, esta ceremonia celebra que la chica haya sobrevivido a la etapa más delicada de su vida.
El ritual es siempre el mismo: el familiar que llega le toca con cariño la parte izquierda de la cabeza y le susurra al oído un pequeño discurso. En general, le desean suerte en la vida y le piden que sea buena persona.
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