Michel Vieuchange (1904-1930), Esmara, Diarios de viaje
En los días agradables, este cuerpo frágil -nuestra riqueza- nos mantiene ocupados. Lo consideramos con humor, remordimiento, amargura, porque se disgrega: este diente que nunca volveremos a ver, este cabello, estas arrugas, este patrimonio, esta fortuna que se agota día a día. Simple instrumento para el acto que hay que llevar a cabo. Tú no cuentas más que para eso, como el dinero necesario para comprar algo. Y lo que se compra, en este caso, no se puede malgastar, metido en un cofre para nuestra existencia mortal.
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